No cree en eso de que “todas” las especies invasoras son malas, que la contaminación solo sea analizada desde el punto de vista humano y que los rumores ecológicos tengan más peso social que el rigor científico.
Director del Instituto Internacional de Dasonomía Tropical –IITF- del Servicio Forestal de Estados Unidos (con sede en Puerto Rico), Lugo es miembro fundador de la Sociedad para la Restauración Ecológica y miembro de la Sociedad Ecológica de América. Ha recibido muchos reconocimientos por sus aportes científicos.
Recientemente estuvo de visita en República Dominicana, donde ofreció un taller sobre humedales costeros dirigido a técnicos, profesionales y estudiantes universitarios del sector medioambiental. Y también conversó con LISTÍN DIARIO.
Las alertas internacionales sobre los humedales hablan de una continua y acelerada desaparición, de muchas amenazas. ¿Cómo estamos manejando el tema en el Caribe?
Ustedes tienen más áreas de Ramsar que ningún otro país en el Caribe. En tamaño, es mayor que cualquier otra isla. Eso de salida es una distinción. En Puerto Rico no tenemos ninguna. En primer lugar, los humedales son siempre víctimas del desarrollo porque hay una ignorancia absoluta sobre su funcionamiento y su importancia. Todo lo que ustedes hacen para promover esos valores a la gente es importante porque el ser humano instintivamente reacciona negativo hacia los humedales porque hay muchos mitos sobre los humedales, uno de ellos es que apestan, y eso no es cierto.
Los manglares que apestan son generalmente los urbanos, donde les caen las aguas usadas. Lo que apesta es el agua usada del ser humano, no el manglar, porque el manglar como funciona no tiene ese olor. Dicen que los mosquitos es otro problema, pero lo que no le enseñan a la gente es que también tiene muchos pececitos que se comen los mosquitos. Las aguas de los humedales generalmente están en movimiento y eso no lleva a concentraciones altas de mosquitos. Los mosquitos que nos molestan a nosotros están en las ciudades, en las aguas estancadas, en las gomas de los vehículos.
En Puerto Rico hay estudios que demuestran que la proporción de enfermedades transmitidas por mosquitos es proporcional al número de gomas que han tirado en el ambiente.
Generalmente el ser humano desarrolla estos mitos generados en su propio entorno y se los achaca al sistema natural, que es inocente en esta historia y por eso estos mitos, como no entienden, es fácil desarrollarlos.
De acuerdo con los ambientalistas, el crecimiento urbano, la contaminación y la construcción de hoteles en zonas costeras de humedales están reduciendo cada vez más estos espacios…
Con la velocidad con que nosotros estamos destruyendo los humedales estamos creando nuevos humedales, porque el agua tiene que ir a algún sitio.
El hecho de que hagas una construcción no significa que vayas a deshacerte del agua que estaba en el humedal. El agua lo que hace es que se va por otra ruta y por donde quiera que vaya el agua el humedal va a estar ahí.
Esa cuestión de los humedales les tengo un nombre, les llamo los humedales noveles; son nuevos humedales y en el taller les enseñamos a los participantes con fotos de Puerto Rico cómo el gobierno se olvidó de un tubo roto por mucho tiempo y se formó un humedal. Les pongo fotos de esos humedales de cerca y la gente los encuentra preciosos, pero cuando miras atrás, es un tubo roto en una calle. Los humedales surgen donde quiera que esté el agua.
En Puerto Rico también destruimos los mangles igualito como lo hacen ustedes. Pero los manglares han retornado en Puerto Rico por varias razones, una de ellas el abandono de la agricultura. La agricultura es el destructor número uno de los humedales, no necesariamente los hoteles, porque para hacer agricultura tienes que cambiar la hidrología: tienes que drenar los campos, canalizar la quebrada y todas esas actividades agrícolas drenan el agua y el humedal desaparece.
Pero cuando abandonas la agricultura, que los canales se tapan y retorna la hidrología, los humedales regresan rápido, porque la naturaleza tiene capacidad de resiliencia.